Prehistoria

Vamos a tratar de desvelar algunos datos de una larga trayectoria histórica en la que sus pobladores elaboraron y defendieron unos modos de vida y unas tradiciones con perfiles bien definidos.

Ya en la prehistoria, en Valdegovía, por su idoneidad para el pastoreo, existen vestigios prehistóricos en Lalastra y Sierra de Árcamo.

En el periodo Neolítico, se comienzan a introducir una serie de cambios en la forma de vida de los pobladores de estas tierras, que comienzan a desarrollar una pequeña cultura agrícola, domesticando además algunas especies animales.

Este cambio desplaza a una cultura basada en la recolección y la caza, dando entrada a una cultura que se centra en la agricultura y la ganadería, esto implica un crecimiento de la población, a la vez que se consiguen asentamientos humanos más estables y aparecen nuevas manifestaciones de religiosidad. En esta época se fechan las cuevas sepulcrales de Las Calaveras, en Cárcamo.

Es hacia el año 2000 a.C. cuando aparecen los más antiguos legado de arquitectura, los dólmenes.


En el Valle de Valdegovía existen menhires como el de Ribota (entre Bóveda y Tobillas) y el Menhir del Monte Lerón.

La llegada de los indoeuropeos se hace presente en el Castro de Berbeia (Barrio) y Castro de Lastra (Caranca), que reúnen las características que indican el asentamiento de gente procedente de la meseta peninsular.

Durante el Periodo Prerromano las tribus anteriormente citadas van a oponer resistencia al asentamiento romano. Con el transcurso de los años, tanto romanos como las gentes autóctonas aprenden a convivir entre ellos, intercambiándose conocimientos.