Pueblo burgalés, enclavado en el valle de Valdegovía.
Cuentan los libros que al inicio de la Reconquista, en el año 804, llega al valle de Valdegovía el Obispo Juan, y encuentra en Valpuesta, una pequeña iglesia abandonada. Allí establece su Sede Episcopal, en lo que era el extremo oriental, la frontera más alejada del reino de Asturias, donde se trataba de mantener a raya al invasor musulmán.
A partir de este momento, gentes que huían de territorios más al sur, dominados por los árabes, cómo la ribera del Duero, vienen a repoblar esta zona atraídos por el microclima del valle, aportando a la lengua romance que se estaba formando en este entorno, los rasgos de su lengua romance mozárabe, así como su cultura, más latina y más mediterránea que la que se había conservado a duras penas entre estas montañas del norte. Así Valpuesta se convierte en el centro religioso de un amplio espacio situado entre el Cantábrico y el Ebro y por ende en su centro irradiador de cultura.
Este es el motivo de que encontremos en Valpuesta una importante documentación muy temprana, y de que en ella atisbemos las primeras manifestaciones del castellano; la lengua romance que se gestó en el área de influencia de esta Sede Episcopal.
Esta documentación incluye anotaciones en lengua castellana anteriores a las Glosas Emilianenses del monasterio riojano de San Millán de la Cogolla, datadas a mediados del siglo X y consideradas la primera manifestación escrita en lengua castellana.
Para más información, puede acceder a la página oficial de Valpuesta en:
www.valpuesta.com .